Tumblr, Twitter, Facebook, Tuenti, We Heart It, Pinterest, Fotolog, Esflog, Blogger, Wordpress, Badoo, MySpace...
Estamos rodeados, saturados de redes sociales, se puede decir que, a día de hoy, hay al menos una red social para cada uno.
Se supone que están pensadas para que nos mantengamos en contacto con los nuestros en todo momento, para encontrar antiguos amigos y conocidos y retomar el contacto, hacer amigos nuevos... En definitiva y como su denominación ya indica: Son para socializar.
Pero ¿se ha parado a pensar que en realidad las redes sociales no son más que un Gran Hermano?
No sabemos utilizar las redes sociales realmente, o al menos no como se debería. y al final no se convierten más que en un un gran chivato en el que absolutamente todo lo que hacemos queda reflejado y con constancia.
Dónde estamos, dónde vamos, con quién estamos, qué hacemos, qué llevamos puesto, qué planes tenemos, las fotos que acabamos de hacer... TODO termina publicado en una red social para que todos nuestros viejos y nuevos amigos sepan todo de nosotros en tiempo real, a cada segundo que pasa.
Pero parecemos olvidar que eso puede ser peligroso: Hay muchos violadores,secuestradores, asesinos, pedófilos, etc... Sueltos por ahí y que saben cómo valerse de las redes sociales para ocultarse y encontrar nuevas víctimas. Es increíblemente fácil crear un perfil falso y acechar. Hay que tener cuidado con la información que compartimos y a quién añadimos como "amigo" por eso.
Al margen de lo serio y lógico, sin darnos cuenta se pueden descubrir mentiras, engaños... Se puede herir a los demás intencionadamente o no, pero puede ocurrir.
¿Qué ocurre entonces? Ocurre que alguien termina jodido, descubriendo que no tiene amigos de verdad y con ganas de mandar todo y a todos a la mierda sin más y con todo el derecho del mundo a no dar explicaciones siquiera.
Debemos ser responsables y cuidadosos con lo que publicamos en las redes sociales, por nuestro bien y por el de los demás. Y si no por el de los otros, al menos por respeto, que es lo mínimo que se merecen, a menos que luego uno esté dispuesto a afrontar posibles represalias o ataques abiertos directos o indirectos por parte de los afectados.